Flora Tristan

Por una nueva ley de pensiones en Bolivia

(Alexandra Flores. 25/10/2025).- En Bolivia, hablar de jubilación no debería ser un tema distante ni ajeno. Llegar a la vejez es un hecho natural e inevitable, y garantizar que todas las personas mayores cuenten con ingresos suficientes para una vida digna es una responsabilidad colectiva y del Estado. Sin embargo, la realidad actual del Sistema Integral de Pensiones (SIP) refleja profundas desigualdades y serias deficiencias en la gestión de los recursos que pertenecen a las y los trabajadores.

Desde la Organización para la Seguridad Social Flora Tristán Bolivia, venimos impulsando desde 3 años un conjunto de propuestas concretas para reformar el SIP y construir un marco normativo más justo y sostenible. Estas propuestas surgen del estudio técnico, financiero y social que venimos realizando del SIP, y buscan corregir los problemas que hoy condenan a miles de jubilados a rentas mínimas, muchas veces insuficientes incluso para cubrir los gastos básicos de un mes.

Una situación crítica que afecta a la mayoría de los trabajadores

Actualmente, la mayoría de las y los trabajadores en nuestro país no están aportando para su jubilación al SIP. Esto ocurre especialmente entre los trabajadores independientes e informales, quienes viven del ingreso diario sin poder ahorrar para su futuro. Esta falta de aportes tendrá consecuencias graves: un amplio sector de la población llegará a la vejez sin acceso a una renta de jubilación que le permita vivir con dignidad.

El sistema actual, además, paga rentas demasiado bajas. Muchos jubilados reciben montos de alrededor de 720 Bs. mensuales, una cifra que no alcanza para cubrir las necesidades básicas. Por ello, una de las metas del proyecto de ley impulsado por Flora Tristán es elevar estas rentas al monto del salario mínimo nacional, demostrando que esta mejora es posible y financieramente sostenible.

Un sistema que no rinde lo que debería

Cada mes, el SIP maneja una liquidez de alrededor de mil millones de bolivianos. Sin embargo, gran parte de este dinero se deposita en bancos bajo condiciones que ofrecen rentabilidades extremadamente bajas (2% o 3%), cuando podrían generar entre un 8% y un 12%. El resultado es que la banca y el Estado se benefician de los fondos de las y los trabajadores, mientras los aportantes y jubilados reciben cada vez menos por su propio dinero.

El sistema actual está secuestrado y funciona en un ciclo desigual: los bancos utilizan los fondos de los trabajadores, los prestan con intereses altos y luego se los devuelven a los mismos trabajadores en forma de créditos caros. Es decir, los trabajadores terminan pagando por utilizar su propio dinero.

Cuatro ejes para una nueva Ley de Pensiones

Proponemos los siguientes cuatro ejes en el proyecto de la nueva ley de pensiones:

  • Uso eficiente de los recursos y recuperar el principio solidario del antiguo Sistema de Reparto para que los aportes beneficien directamente a las y los jubilados, evitando que el dinero solo se quede en los bancos.
  • Ley de inversiones propia: crear mecanismos financieros controlados por los propios trabajadores, que les permitan incluso acceder a créditos con tasas justas, respaldados por sus aportes acumulados.
  • Gestión profesional y autónoma: establecer una dirección técnica y no política de la Gestora Pública, para que los fondos sean administrados con transparencia y sin injerencia del gobierno de turno.
  • Sostenibilidad y reajuste periódico: asegurar que el sistema sea sostenible por al menos 30 años, con revisiones técnicas periódicas que garanticen su estabilidad a largo plazo.

Un llamado a la decisión política y colectiva

El proyecto de nueva ley está técnicamente elaborado y puede ser tramitado en pocas semanas en la Asamblea Legislativa. Lo que se necesita ahora es voluntad política y compromiso social.

Flora Tristán Bolivia ha compartido esta propuesta con centrales obreras departamentales, federaciones de jubilados, la Federación de Mineros y representantes parlamentarios. La meta es construir una posición unitaria de los trabajadores frente a un tema que nos afecta a todos.

No se trata de pedir recursos al Estado, sino de exigir que el dinero de los trabajadores sea bien administrado, en una institución sólida, transparente y autónoma. Un sistema que asegure que, cuando llegue el momento de la jubilación, cada persona pueda contar con ingresos adecuados para una vejez digna y segura.

Flora Tristán Bolivia reafirma su compromiso con la defensa de la seguridad social, la justicia económica y el derecho de las y los trabajadores bolivianos a un futuro digno. La jubilación no es un privilegio: es un derecho que debe garantizarse para todas/os.