(Brenda Chiara. Flora Tristán Bolivia. 8/04/2024).- En Bolivia, la situación de las y los jubilados con apenas 10 años de aporte es desoladora. Con una renta de jubilación mínima de 640 bolivianos al mes, se ven enfrentados a una lucha por subsistir en un entorno económico cada vez más difícil. Esta cifra está muy por debajo del salario mínimo establecido en el país, lo que plantea una problemática urgente que necesita ser abordada con seriedad y prontitud.
Es importante tener en cuenta que este monto debe ser distribuido muchas veces con el cónyuge e incluso con la familia, lo que añade una carga adicional a la ya precaria situación económica de las y los jubilados. Además, la promoción por parte del Gobierno del retiro de las actividades laborales a los 65 años se ve empañada por las condiciones lamentables en las que se encuentran las jubilaciones, las cuales inciden directamente en la calidad de vida de las y los adultos mayores.
Sin embargo, esta problemática no solo afecta a aquellos que están a punto de jubilarse. Las y los jóvenes también se ven impactados, enfrentándose a mercados laborales saturados, trabajos temporales y a la falta de acceso a mecanismos de aporte diferenciados para su futura jubilación. Si se mantiene el corte de jubilación a los 65 años, muchos de estos jóvenes terminarán jubilándose con apenas, y en el mejor de los casos, 20 años de aporte, lo que compromete seriamente su seguridad financiera en la vejez.
Es urgente y necesario abrogar la Ley 065 y establecer una nueva legislación que realmente proteja y beneficie a las y los trabajadores, sin favorecer los intereses de la banca, los empresarios o el Gobierno. No podemos permitir que las y los jubilados vivan en condiciones precarias. Existen normativas internacionales que garantizan los derechos del adulto mayor, y es esencial que se respeten y apliquen en nuestro país.
El acceso a una jubilación digna no debe ser un lujo, sino un derecho fundamental para todos los trabajadores bolivianos. Es hora de tomar medidas concretas para mejorar las condiciones de vida de nuestros jubilados y garantizar un futuro seguro y estable para las generaciones venideras.
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